Preguntas frecuentes
El acero quirúrgico es uno de los materiales más seguros y duraderos para
cocinar. No libera toxinas ni metales pesados al calentarse, no se oxida, y
conserva el sabor natural de los alimentos. Además, su alta resistencia lo
convierte en una inversión a largo plazo.
Está pensada para personas que no solo cocinan, sino que transforman su cocina en un espacio de bienestar, consciencia y estilo de vida.
✨1. Personas que cuidan su bienestar desde lo que cocinan
Buscan materiales seguros, libres de tóxicos, que les permitan preparar alimentos nutritivos sin comprometer su salud ni la de su familia. Valoran lo que consumen y cómo lo preparan.
2. Personas con una cocina consciente
Eligen con intención cada ingrediente y cada utensilio. Les importa el origen, la durabilidad y el impacto de lo que usan. Prefieren calidad duradera por sobre productos desechables o de bajo costo.
3. Personas que valoran el diseño, la elegancia y el estatus
Ven la cocina como una extensión de su estilo de vida. Saben que una pieza de acero quirúrgico no es solo una herramienta, sino una declaración: de cuidado, sofisticación y buen gusto.
4. Personas que ven la cocina como parte de su bienestar integral
No solo cocinan por necesidad, sino como parte de su rutina de autocuidado. Cocinar se convierte en una experiencia relajante, ordenada y nutritiva para cuerpo y mente.
Precalentar el sartén, olla o wok antes de cocinar es una práctica clave con el acero quirúrgico, y se hace por tres razones fundamentales:
Activa su capacidad antiadherente natural
El acero quirúrgico no tiene recubrimientos químicos. Al precalentarlo adecuadamente, crea una barrera térmica que evita que los alimentos se peguen, especialmente cuando se añade una pequeña cantidad de aceite después del calentamiento.
Cocinar de forma más eficiente y uniforme
El precalentamiento permite que el calor se distribuya de manera pareja en toda la superficie, lo que mejora la cocción y conserva mejor los nutrientes, ideal para quienes practican una cocina más consciente y saludable.
Mejorar el sabor y la textura de los alimentos
Sellar carnes, dorar vegetales o cocinar granos correctamente depende de una buena base de calor. Esto realza sabores y evita que los alimentos se cuezan al vapor o se humedezcan demasiado.
Es una forma fácil de verificar si tu sartén está lo suficientemente caliente para cocinar sin que se peguen los alimentos, sin usar recubrimientos antiadherentes.
✅ Cómo hacer la prueba del agua (paso a paso):
Coloca la sartén vacía sobre el fuego
Usa fuego medio y déjala calentar sola durante unos 2 a 3 minutos.
Agrega una pequeña gota de agua (con los dedos o una cuchara)
Solo una gota. No es necesario añadir mucha.
Observa la reacción:
❌ Si la gota se evapora al instante → Está demasiado fría. Aún no está lista.
❌ Si la gota chispea o se divide en pequeñas burbujas → Todavía no. Calienta un poco más.
✅ Si la gota forma una bolita redonda que "baila" y se desliza por la superficie → ¡Perfecto! El acero alcanzó su temperatura ideal y puedes comenzar a cocinar.
La prueba de agua no solo es una técnica útil, sino una práctica clave para aprovechar al máximo tu sartén, olla o wok de acero quirúrgico. Estos son sus principales beneficios:
Evita que los alimentos se peguen, sin químicos
Permite cocinar sin recubrimientos antiadherentes artificiales. Al alcanzar la temperatura ideal, el acero forma una barrera térmica natural que evita que la comida se adhiera, incluso sin grandes cantidades de aceite.
Conserva mejor los nutrientes y sabores
Una superficie bien caliente sella rápidamente los alimentos, evitando la pérdida de jugos y vitaminas. Esto es clave en una cocina consciente y saludable.
Mejora la textura y el resultado de tus preparaciones
Verduras más crocantes, carnes bien doradas, salteados al punto justo. La prueba de agua te ayuda a cocinar con resultados más profesionales, incluso en casa.
*Optimiza el uso del calor y reduce el consumo de energía
Al saber cuándo el utensilio está listo, evitas calentar de más, usar aceite en exceso o repetir intentos. Cocinas más rápido, eficiente y con menos desperdicio de recursos.
Si puedes usar tu línea ollas y sartenes en el horno, sin embargo, tener en cuenta que la temperatura máxima es de 250 grados sin la tapa.
Las diferencias radican principalmente en:
MATERIAL: El antiadherente este hecho de aluminio y un recubrimiento hecho con polímeros, diseñado para evitar que los alimentos se peguen.
DURABILIDAD: El recubrimiento AA es más sensible a rayones y desgaste. Su vida útil es más corta, y el recubrimiento puede dañarse si se usan utensilios metálicos o se sobrecalienta.
La válvula efecto tipo horno genera una mínima presión que hace que la cocción sea uniforme y se destaquen todos los nutrientes de los alimentos.
El permitir que una olla se recaliente o hierva hasta secarse causara que aparezcan manchas de color bronce, azul o arco iris en la superficie de acero inoxidable. Estas manchas de color son inofensivas, pero pueden quitarse usando un limpiador no abrasivo para acero inoxidable. Espolvorea el limpiador sobre la olla seca y con una toalla de papel húmeda, frota en forma circular. Una vez la mancha haya sido removida, lava la olla con agua caliente y jabón. Recuerda secarla inmediatamente.
Los minerales en el agua o almidones en la comida pueden dejar una capa blanca de acero inoxidable. Esta no afectara el desempeño de los productos, sin embargo, puedes quitarlas frotando el área con una una esponja que se haya sumergido en zumo de limón o vinagre.
Evitar raspar las ollas o usar estropajos metálicos. Puedes usar scoth- brite en el interior de la olla, pero no en el exterior. Llena media olla con agua, ponla en la estufa y hierve por unos minutos. Deja que el agua se enfrié y lava la olla normalmente. Para las quemaduras severas, puedes usar un limpiador de hornos en aerosol. rocía libremente, déjalo durante toda la noche y por la mañana la comida quemada debe salir fácilmente.
Los granos de sal que no se hayan disuelto pueden dejar manchas blancas o marcas en el fondo de tus ollas. Estas no se pueden quitar, pero no afectan su desempeño. Para evitar que esto ocurra: (1) agrega siempre la sal después que el agua haya hervido o la comida haya alcanzado temperatura de cocción. (2) nunca dejes comida en las ollas por largos periodos de tiempo
Es recomendable usar temperatura entre baja y media. La temperatura alta puede ser utilizada si es necesario (como cuando se hierven los líquidos). Siempre usa una hornilla que sea similar en diámetro al de la olla. Si está cocinando en una estufa de gas, no permita que la llama sobresalga a los lados de la olla.
Usa un paño suave con agua tibia y detergente neutro. Evita productos abrasivos, ácidos fuertes o limpiadores con cloro. Para manchas más difíciles, se pueden usar limpiadores específicos para acero inoxidable.
Ambientes secos y bien ventilados: evita lugares húmedos o cerrados donde se acumule condensación o vapor.
Evita el contacto con materiales corrosivos: no almacenes acero inoxidable junto a metales ferrosos (como acero al carbono) sin protección, ya que puede haber contaminación cruzada.
Usa separadores o empaques protectores: cubre los productos con plástico, tela no abrasiva o cartón limpio para evitar rayones o polvo.
Evita contacto directo con el suelo: almacena el material sobre tarimas o soportes para prevenir absorción de humedad del suelo.
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